La situación en nuestro querido país está por demás difícil, la delincuencia organizada, la corrupción, el desempleo, la falta de oportunidades, entre muchas otras razones, obligan a muchos de nosotros o buscar nuevos horizontes, nos obligan también a dejar de creer en que nuestro país es el lugar indicado hacer una vida, nos orillan a buscar nuevas formas de vida. Lo más fácil y más cercano es el país del norte, allí donde, dicen muchos, es el país de las oportunidades: Los Estados Unidos.
La cuestión es muy simple, no estoy aquí para decirte que emigrar a un país como USA es malo o bueno, la cuestión está en qué es lo que quieres para tu vida.
México ofrece un sin número de cosas bellas, nuestra cultura es una de las más envidiadas a nivel mundial, nuestra forma de practicar el verbo FAMILIA es único en el planeta y nuestra comida es de las más saboreadas en la faz de la tierra. De igual manera, México ofrece también cosas espeluznantes, nuestra corrupción está acabando con nuestro país poco a poco, la forma pasiva de practicar nuestra política está acabando con la poca o mucha democracia que pudiésemos tener. La vida en México se está tornando de color rojo sangre y lo peor de todo es la poca capacidad de asombro que demostramos la mayoría de los mexicanos.
Por eso, muchos deciden voltear hacia el norte como una esperanza de poder sacudirse de todo lo malo e iniciar una nueva vida de oportunidades y dejar a atrás lo podrido que puede estar nuestro país.
La vida en otro país no es fácil, es sin duda una opción para aquellos como yo, que buscan la superación, la grandeza, la independencia, la aventura, la oportunidad de conocer otro estilo de vida. Eso y más me dio Estados Unidos en lo particular. Una experiencia si bien fue difícil, agotadora, mezquina, superficial, dolorosa, estoy seguro que volvería a vivirla. La acción de emigrar no es cosa que cualquier persona pueda hacer, es una prueba que muy pocos lograrán pasarla con buenos resultados, es por esto que muchos inmigrantes se regresan al poco tiempo de haber cruzado la frontera, eso es lo malo del mexicano, el sentimentalismo puede más que las ganas de avanzar muchas veces. El inmigrante es una persona digna de admiración estar lejos de todos lo tuyo e internarte en una sociedad ajena completamente a ti, merece reconocimiento.
Es por esto que aquellas personas que han logrado establecerse en Estados Unidos y han aprendido la forma de vida de aquel país, se rehúsan a regresar a su país de origen. ¿A qué se regresan? Aquí las cosas quizá estén peor que en los Estado Unidos. No hay suficientes razones que valgan como para dejar todo aquellos sacrificios hechos a un lado. La cuestión es llevar la fiesta en paz con el gobierno, hacer las cosas bien hechas y no aprovecharse de las oportunidades que los gabachos ofrecen como parte de su sistema. Esto puede resultar contraproducente a la hora de enfrentar tu situación legal, ya sea en una corte o en despacho de abogados.
La opción está ahí. Tú decides.
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