viernes, 29 de abril de 2011

Todo es Enriquecedor!




La situación en nuestro querido país está por demás difícil, la delincuencia organizada, la corrupción, el desempleo, la falta de oportunidades, entre muchas otras razones, obligan a muchos de nosotros o buscar nuevos horizontes, nos obligan también a dejar de creer en que nuestro país es el lugar indicado hacer una vida, nos orillan a buscar nuevas formas de vida. Lo más fácil y más cercano es el país del norte, allí donde, dicen muchos, es el país de las oportunidades: Los Estados Unidos.

La cuestión es muy simple, no estoy aquí para decirte que emigrar a un país como USA es malo o bueno, la cuestión está en qué es lo que quieres para tu vida.
México ofrece un sin número de cosas bellas, nuestra cultura es una de las más envidiadas a nivel mundial, nuestra forma de practicar el verbo FAMILIA es único en el planeta y nuestra comida es de las más saboreadas en la faz de la tierra. De igual manera, México ofrece también cosas espeluznantes, nuestra corrupción está acabando con nuestro país poco a poco, la forma pasiva de practicar nuestra política está acabando con la poca o mucha democracia que pudiésemos tener. La vida en México se está tornando de color rojo sangre y lo peor de todo es la poca capacidad de asombro que demostramos la mayoría de los mexicanos.

Por eso, muchos deciden voltear hacia el norte como una esperanza de poder sacudirse de todo lo malo e iniciar una nueva vida  de oportunidades y dejar a atrás lo podrido que puede estar nuestro país.

La vida en otro país no es fácil, es sin duda una opción para aquellos como yo, que buscan la superación,  la grandeza, la independencia, la aventura, la oportunidad de conocer otro estilo de vida. Eso y más me dio Estados Unidos en lo particular. Una experiencia si bien fue difícil, agotadora, mezquina, superficial, dolorosa, estoy seguro que volvería a vivirla. La acción de emigrar no es cosa que cualquier persona pueda hacer, es una prueba que muy pocos lograrán pasarla con buenos resultados, es por esto que muchos inmigrantes se regresan al poco tiempo de haber cruzado la frontera, eso es lo malo del mexicano, el sentimentalismo puede más que las ganas de avanzar muchas veces. El inmigrante es una persona digna de admiración estar lejos de todos lo tuyo e internarte en una sociedad ajena completamente a ti, merece reconocimiento.

Es por esto que aquellas personas que han logrado establecerse en Estados Unidos y han aprendido la forma de vida de aquel país, se rehúsan a regresar a su país de origen. ¿A qué se regresan? Aquí las cosas quizá estén peor que en los Estado Unidos. No hay suficientes razones que valgan como para dejar todo aquellos sacrificios hechos a un lado. La cuestión es llevar la fiesta en paz con el gobierno, hacer las cosas bien hechas y no aprovecharse de las oportunidades que los gabachos ofrecen como parte de su sistema. Esto puede resultar contraproducente a la hora de enfrentar tu situación legal, ya sea en una corte o en despacho de abogados.

La opción está ahí. Tú decides.

Una historia entre muchas otras...

El ruido que la gente hace con su charla, me hace arrepentirme de haber elegido ese lugar como punto de reunión. No pensé que el lugar fuese a estar tan ocupado. La gente ya no sale de vacaciones como lo hacía antes.

En línea estamos 6 personas incluyéndome yo, el olor a café se dispersa por todo el local y mis ansias quisieran hacer lo mismo pero yo no lo permito. Tengo que mantener la calma. No entiendo mi nerviosismo, no es la primera vez que me reúno en este lugar para tomarme un café. Quizá la razón, es el tema a tratar en esta ocasión. La cajera del lugar interrumpe mis pensamientos con un simple ¿Qué le sirvo? Yo contesto: 2 americanos grandes sin crema por favor.

En la mesa de la esquina, la que da la vista al bulevar, está Gerardo esperando a que llegue yo con las bebidas. Ese era el trato, yo pagaría los cafés y el hablaría de su experiencia de deportación de los Estados Unidos.

Gerardo Hirám Navarro  es desde hace 8 meses un desempleado más de Hermosillo, dice que aún no está listo para trabajar en México. No se acostumbra a la nueva vida aún.  Después de vivir en Phoenix, Arizona por más de 9 años, una noche de diversión y un error de tránsito resultaron las razones perfectas para la corte del condado de Phoenix, y así hacer efectiva su deportación de los Estados Unidos por no cumplir con los papeles necesarios para permanecer en ese país.

La hora es la perfecta, tenemos mucho tiempo por si la charla se alagar, son apenas las 4 de la tarde y el clima del lugar nos ayuda. Si la gente no hablara sería perfecto. ¿Sabes? Me dice él. -Yo en Phoenix nunca fui a un Starbucks, se me hacía un lugar para fresones (palabra usada peyorativamente para gente con dinero)  pero aquí en Hermosillo si me gusta venir. Ríe y toma un poco del café.

¿Por qué  te fuiste en primer lugar? Le pregunto mientras acomodo la silla de al lado. Él se ríe de nuevo en tono de burla. “Estaba ya cansado de mi familia, me trataban como si fuera un niño, nunca me dejaban hacer nada. La verdad, mi mamá me tenía cansado con sus quejas y se molestó más cuando no me inscribí a la universidad. Yo siempre tuve ganas de viajar por un año antes de iniciar a estudiar la carrera, y un primo me propuso que me fuera a USA a trabajar un año para hacer dinero. Me presentó a una señora que se dedicaba a hacer contratos desde aquí de Hermosillo, todo legal, nada chueco, nos dio seguro social, sacamos la visa de trabajo y nos mandaron a Crested Butte, en Colorado. Seríamos “dishwashers” en el Hotel Club Med. Por eso me fui, quería estar lejos de mi familia e independizarme” Concluye.

¿Cómo fue que terminaste de ilegal en Arizona, si tenías visa de trabajo? Le pregunto, tan pronto el termina de hablar. Eso es una historia bien rara. Me responde, y dice que se pondrá cómodo para platicarme. “Yo no aguanté el frio de colorado y le dije a mi primo que nos fuéramos, que ya teníamos los seguros y que podíamos trabajar en donde fuera por los próximos 5 meses, que mejor lugar que Arizona para sentir el calor que extrañábamos. No tardé más de 2 días en convencerlo, esperamos el día de paga, cobramos y al siguiente día no nos presentamos a trabajar,  tomamos un camión para Phoenix. Así de rápido, teníamos 19 años no pensábamos bien las cosas, al final del día fue lo mejor en Phoenix nos sentíamos más cómodos, tanto que viví allí 9 años.  5 meses legalmente y el resto como un ilegal cualquiera” Gerardo, repite el número de años en voz alta y me confiesa que son los mejores de su vida hasta el momento.  Toma café y me reclama que lo haga hablar de ese tema.

Yo lo único que hago es escuchar, su forma de hablar me facilita la entrevista. Sus palabras me transportan a pasajes que yo mismo viví en los Estados Unidos. De nuevo mi nerviosismo trata de ganar terreno pero no lo permito.

¿Qué fue lo más difícil? Pregunto mientras me hago tonto buscando algo que no se que era en mi mochila, para disimular mi nerviosismo.  Él sólo se limita a contestar con la palabra: Todo.  Se arrepiente quizá al ver mi cara no contenta con la respuesta y continúa.  “Tomo me fue difícil,  los primeros meses me quería regresar, extrañaba la comida de mi madre, mis amigos, el desastre de la calle, la libertad de México, sentía que mi vida se me iba muy rápido y me preguntaba que andaba haciendo yo por allá. No fue fácil encontrar trabajo en Phoenix, el primer lugar donde trabajé era una tienda como Wal-mart, se llama Kmart. Ahí no sé como llegué a ser cajero, me gustaba más que lavar trastes por su puesto. Ahí sentí por primera vez el racismo de los americanos. ¿Qué te pasó? Interrumpí su relato. Todos te tratan bien, mientras tú les hables bien y te entiendan, el problema está, cuando no te entienden lo que dices. Y quizá ese no era un buen día para la señora que me gritó que me regresara a mi país  y que volviera cuando supiera pronunciar los números bien. Ese día llegué a mi casa y me quise regresar a Hermosillo. No lo hice.

La charla se torna un poco incómoda, Gerardo no me mintió cuando me aseguró que no le gustaba hablar del tema. Yo lo entiendo. Y su relato también me es muy familiar.

¿Por qué no te regresaste a Hermosillo después de lo que pasó? Pregunto yo. Él se queda callado por unos segundos después de mi pregunta. Yo hago lo mismo. La chica de al lado voltea al no escuchar la voz de mi entrevistado, la cual es muy notoria por cierto, y regresa su mirada al ver que todo está bien. Gerardo quiebra el silencio y me dice: “Lo que me hizo quedarme en Phoenix en esa ocasión fue el color de piel de la señora que me gritó, ella era de piel negra, áfrico-americana, como les dicen allá.  Y me dije: ella también fue inmigrante un día, o sus padres o abuelos, y me metí en la cabeza que yo también podía hablar Inglés como ella lo hacía. Una razón tonta quizá la mía;  pero me ayudó a entender que tenía que mejorar mi inglés. Y así lo hice. Look at me now! Agrega en tono de orgullo con una excelente pronunciación.

El tiempo se va rápido y el café se acaba rápido cuando platicas tanto, me comenta. Me limito a ofrecerle otro café con la esperanza que diga que sí, así platicaremos más tiempo. Él acepta y me recalca que ese era el trato y se ríe de forma burlesca. Me asegura también que me hará gastar por haberlo invitado a hablar de él.

Los vasos del material extraño que Starbucks usa están de nuevo llenos de café caliente y no me queda más que lanzar la pregunta que me hizo pagar casi 100 pesos en café. ¿Por qué te deportaron? Al fin hablé.

Gerardo toma su vaso, le agrega un sobre azul de azúcar y dice: “Todo fue muy tonto, después de 9 años en Phoenix,  sabiendo cómo estaban las cosas de peligrosas,  se me ocurrió hacer un semi-alto en un cruce que era alto total, así de tonto. Era muy tarde, la madrugada para ser exactos, yo venía de una fiesta del trabajo. Nunca pensé que eso causaría todo lo que vino después. Me obligaron a bajar del carro, me hicieron la prueba de alcohol, dio positiva, me hicieron decir el abecedario al revés, prueba que pasé sin ningún problema, lo feo vino cuando me obligaron a  caminar en una línea imaginaría. Gerardo se ríe y menciona unas cuantas palabras de maldición. Todo fue de menor a mayor. Las cosas se complicaron. Los policías me empujaron  contra mi carro, recuerdo que mi pantalón se rompió con ese movimiento  y  uno de los oficiales  me dijo lo que yo temía. "You are under arrest - you have the right to remain silent. Anything you say can and will be used against you in a court of law." Palabras que nunca olvidaré aun cuando ya hayan pasado meses de esto. Después, vino lo feo. Ya los Estados Unidos no era lo mismo para mí” Concluye con una mirada que expresa tristeza y coraje mezclados.

¿Qué más quieres saber? me pregunta en tono sarcástico. El proceso. Le contesto. ¿Cómo pasó todo? Le explico con la pregunta. Recibo unas palabras en inglés que en México sería algo así como púdrete. “Mi record estaba limpio, en 9 años en los Estados Unidos nunca tuve ningún problema, mi problema fue no haber hecho un alto total, de eso me acusaban algo que tenía solución. El no tener papeles en orden me hacia un criminal. Y quedé encerrado sin opción a apelar la orden del juez, mi única opción era firmar mi deportación.

¿Cómo llegaste a México? Pregunto intrigado. Tardé 25 días en llegar a México. Responde. Los 25 días más largos, frustrantes, tristes, de mi existencia. Un avión que llegó desde chicago nos levantó en una parte privada del aeropuerto de  Phoenix. Éramos muchos en el avión al parecer el avión sale de chicago cada jueves y aterriza en ciudades importantes para subir a más deportados. Phoenix era la última parada, antes de llegar a El Paso Texas. Ahí te quitan las cadenas con que te amarran de los pies y la cintura. En camión te llevan a la línea y después de una última humillación donde te dicen que no crucemos de nuevo o nos encarcelarán por un largo tiempo, me entregaron mis pertenencias con las que me detuvieron en Phoenix aquella noche de fiesta. Mi cartera, mi cinto, y un cheque de 28 dólares, exactamente la cantidad de dinero que traía en mi cartera esa noche.

Lo demás es facíl. Ya estás en México. Sólo te queda la imaginación, los planes, la nueva vida, la familia que tanto extrañas, los amigos que esperas ver pronto. Aún me faltaba viajar de Ciudad Juárez, Chihuahua a Hermosillo. El viaje en camión más frio que yo recuerde.

Yo hago intento de preguntar más, pero Gerardo continúa su relato. Legué aquí a las 8 de la mañana. Sólo quería bañarme y dormir. No quería hablar con nadie. Mi familia lo entendió y así lo hice. Comentó, le quitó la tapa negra a su vaso, bebió lo que parecía el último sorbo y me dijo que era tarde. Agradeció los 2 vasos de café, me saludó de mano, me aseguró que otro día podríamos ahondar más en la charla y se retiró.

Navarro nunca aseguró que su deportación se dio gracias a la lew SB-1070, quizá lo ignore, lo cierto es que en Arizona las deportaciones han aumentado durante el año 2010 y Gerardo es sólo un caso más de miles que pasan el mismo proceso cada mes.





martes, 26 de abril de 2011

Las Dos Nogales

Nogales Arizona y la Heróica Nogales, Sonora están separadas sólo por una calle, ninguna de las dos ciudades, tienen algo que encante a sus residentes, pero para aquellos que vienen de otras tierras las 2 ciudades representan algo. La del norte (Nogales Arizona) representa el sueño, la oportunidad, el cambio de vida, la del sur, (Heróica Nogales Sonora), representa la pesadilla, la frustración, la pobreza.

El cambio de un estado (en minúscula)  a otro, depende de muchas cosas entre ellas están: 3 mil dólares, un buen pollero, la fuerza para caminar 65 millas y la suerte. Con estos elementos, es muy probable que llegues a lo que representa la entrada a una nueva forma de vida: Tucson, Arizona, otra ciudad del Estado de Arizona que se relaciona con la civilización y la promesa de un trabajo que si no mejor en condiciones, mejor pagado.

Lo malo está en que aún cuando hayas cruzado la frontera y te hayas estabilizado con un trabajo y un lugar donde vivir, esto no garantiza que vivirás el tan famoso sueño americano por mucho tiempo. No es tan fácil. Falta ser inteligente y de nueva cuenta tener suerte. Y sobre todo, esquivar, de una u otra forma, leyes como la SB1070 que han contribuido a que el número de deportaciones  en los primeros 3 meses de este año 2011, sea de 115 mil 836. Donde Sonora se posiciona en el tercer lugar con 24 mil 662 repatriados, después de Tamaulipas con 34,843 y Baja California Norte con 42,856. Esto según datos encontrados en la página oficial  del Instituto Nacional de Inmigración.  www.inm.gob.mx/





Así, un indocumentado que logró cruzar la frontera, hoy en día, está expuesto a ser detenido y deportado por el sólo hecho de no tener rasgos anglosajones y una simple falta de tránsito puede traer consigo consecuencias graves, tales como regresar al lado sur de la frontera, y sentir de nuevo vivir la pesadilla, sentir la frustración y oler la pobreza aquella que un día los obligó a contactar a un pollero y cruzar la frontera.

lunes, 25 de abril de 2011

A un año de la SB-1070

Un año ha pasado desde que la ley de inmigración de Arizona fue aprobada y hoy en día los capítulos más importantes de esta misma están aún esperando ponerse en vigor pues una corte federal los suspendió hasta nuevo aviso.

Con un gran número de medios de comunicación de Estados Unidos y América latina cubriendo el evento, el 23 de abril del 2010 la gobernadora de Arizona Jan Brewer aprobó lo que ha sido la legislación estatal más dura que se haya aprobada en el Estado de Arizona: la ley SB-1070, acción que fue celebrada por los sectores ultraconservadores del país del norte.

Según el periódico prensa latina de la ciudad de las Vegas  en el Estado de Nevada, en su publicación en internet del día lunes 25 de abril del 2011, fueron las  múltiples reacciones de los empresarios, los activistas de la religión, los grupos defensores de los derechos humanos, y, sobretodo, las pérdidas multimillonarias, han sido las causas por las cuales la ley no ha seguido adelante.

Es por esto, asegura Prensa Latina, que aquella emoción que los conservadores tuvieron cuando la famosa ley fue firmada, ha desaparecido gradualmente, al mismo tiempo que otras leyes similares que hay sido promulgadas en otros estados, de las cuales 11 iniciativas han sido rechazadas de 22 que ha  sido presentadas y las que aún sobreviven, no se ven favorecidas.

La situación de los latinos en Arizona aún no está dicha pues el congreso de este Estado finalizó su período de sesiones ordinarias el pasado miércoles 20 de abril, con resultados distintos al pasado año, pues en este 2011 no se aprobó ninguna ley que afecte a los inmigrantes en este Estado.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Grupos racistas: sustento de la Ley SB1070

El nombre “The American Third  Position” quizá no nos diga nada, aún traduciendo estas 4 palabras del idioma Inglés al Español (La tercera posición americana) , su significado no deja claro qué es.
The American Third Position, es una organización estadounidense que tiene como misión representar los intereses políticos de los americanos blancos y es tanta su popularidad en el país del norte, que incluso, mediante su página de internet, te invitan a ser parte de ellos, con el sólo hecho de dar click en una foto de su logotipo, el cual, a su vez, te lleva a una ventana donde te expone los beneficios que tendrás al formar parte de The American Third Position. También tienes que pagar 40 dólares.
Dentro de los requisitos como candidato a enlistarte en su grupo, es: ser nacido en Estados Unidos y  tener piel de color  blanco.
El grupo cuenta con una constitución en la que explican el por qué de su existencia y cómo han de manejarse dentro de la sociedad americana. Exponen todo en 8 artículos.
En otro hipervínculo te invitan a donar dinero por medio de “Paypal” usando tu tarjeta de crédito. Las donaciones varían desde 5 dólares hasta 200 dólares cantidades que puedes multiplicar por 1 o por 999 veces.  
En la página principal, The American Third Position, expone temas de diferente temática. Critican al colegio universitario del condado de Outrages, New Jersey por permitir a ilegales estudiar en esta Universidad. También critican a la Universidad de Ohio con sede en Miami Florida, por que según los resultados expuestos por el Centro para Oportunidades Iguales (Center for Equal Opportunity), las personas negras, tienen 8 veces más oportunidad, que una persona blanca, de ser aceptado en dicha universidad.


Lo interesante de este grupo, es lo que publica el periódico El Universal  de  México, el 10 de Julio del pasado 2010, donde  expone, que “The American Third Position” presumió  en su página de internet los 3 dígitos que el grupo había donado al  fondo para la defensa legal de la SB 1070 que la gobernadora de Arizona, Jan Brewer, creó con la finalidad de que el Estado de Arizona no gastara dinero público en la defensa de la ley implementada principalmente por ella.
Dicho fondo, según el periódico “el punto crítico”, el día de hoy cuenta con más de 3.7 millones de dólares, los que se han recaudado gracias a donaciones de personas privadas y de grupos como “The American Third Position”
“El Punto Crítico” también asegura que son más de 250 los abogados que están a cargo de defender la ley SB1070 y que aún quedan 2.2 millones de dólares por gastar en futuras acciones.

miércoles, 2 de marzo de 2011

Ella es sólo una "California Gurl"

El ser humano podría ser descrito con muchos adjetivos calificativos, pero el que viene a mi mente en estos momentos es: crítico. O ¿te atreverás a negar que día a día  criticamos nuestro entorno? Así somos y es así como hay que aceptarnos. Lo malo de practicar la crítica está, en que lo hacemos desmedidamente dejándonos llevar por nuestros corajes y nuestras conveniencias. Les daré un ejemplo:
 Estoy seguro que a muchos de nosotros se nos salió un “pinchi vieja rascista” el 23 de Abril del 2010. Ese día los mexicanos rabiamos del coraje pues fue el día que la gobernadora del Estado de Arizona, en Estados Unidos, Jan Brewer, firmó una de las leyes más controversiales de las últimas décadas, con relación a la inmigración de ilegales. La ley: SB 1070. Desde ese momento las críticas llovieron sobre ella sin siquiera analizas un poco la situación o saber, lo que realmente esta mujer esta está buscando. Ese día nuestro orgullo fue acuchillado y nuestras críticas más venenosas fueron lanzadas hacia ella. Somos críticos por naturaleza cuando estamos heridos.
Jan Brewer nunca pensó que sus inquietudes por saber cómo era la educación de uno de sus hijos la llevarían a ser gobernadora de uno de los estados más controversiales de la unión americana: Arizona
Nacida en Hollywood, California el 26 de Septiembre de 1944 y con una infancia que pocos desearían, Brewer, después de vivir un tiempo en Nevada, pues el trabajo de su papá así lo requería, tuvo que mudarse de nueva cuenta al estado de California pues la  salud de éste no les dejaba más opción. Una vez que su padre  fallece, su madre, con mucho esfuerzo, logró establecer una tienda de ropa en donde la actual gobernadora de Arizona,  trabajaba después de escuela. Tenía que ayudar en la economía de la casa.
La Universidad de la comunidad de Glendale en California, leyó en sus ensayos, por primera vez, los intereses de la mujer.
Ya casada con el Dr. John Brewer un quiropráctico originario Arizona, en 1996 Jan es elegida como presidenta de la Junta de Supervisores del condado de Maricopa, un condado que sufría de la ruina gracias a la administración que se retiraba. Tiempo después, el mismo contado es reconocido por la revista Governing Magazine como uno de los condados mejores administrados entre los más grandes del país, esto, gracias a la labor de la californiana, antigua vendedora de ropa.
Por esto y por sus acciones directas Brewer se convirtió en la gobernadora número 22 de Arizona venciendo a su contendiente con un 55% de los votos, algo que fue sumamente criticado por unos pero agradecido por otros pues, ha sido la única gobernadora que ha hablado de frente con el presidente de los Estado Unidos, Barack Obama e incluso se atrevió a exigirle por medio de un video de Youtube que hiciera bien su trabajo y que protegiera la frontera sur del país norteamericano. Brewer de nueva cuenta se colocó en el ojo del huracán.http://www.youtube.com/watch?v=bzDlN7VLmXQ
Hoy en día muchos compatriotas sufren las consecuencias de esta ley firmada por Jan Brewer aquel 23 de Abril del año 2010, pero la gobernadora, se niega rotundamente a aceptar a un inmigrante ilegal más en el estado vecino de Sonora, pues asegura, que  Arizona se encuentra en quiebra gracias al flujo de ilegales que cruzan por el estado.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Maldito, mil veces maldito seas Antonio López de Santa Anna.


Por alguna razón desde hace un par de semanas odio los días miércoles, me ponen de malas y hasta cierto punto me deprimen un poco. La razón la tengo muy clara y es esa obligación que tengo de escribir algo sobre un tema específico. Quizá mi pasión no era el periodismo. Amo escribir. Odio la obligación a hacerlo.
Hoy es miércoles, mi mal humor apareció desde que me di cuenta de ello. Sabía que tenía que sentarme frente a mi computadora y dejar todas las distracciones a un lado para enfocarme en lo que por motivos académicos tengo que hacer: El escrito que están leyendo en estos momentos.
Me preparé sicológicamente, abrí mi refrigerador para elegir la bebida que me acompañaría en el tedioso proceso, para mi mala suerte, la leche que había y el refresco sin gas hicieron que mi mal humor subiera a un nivel más alto. Estaba consciente que un vaso de agua no era lo que mi boca deseaba.
Al abrir mi computadora portátil, me di cuenta que quizá este miércoles no era tan malo. Pues en la parte baja del lado izquierdo de mi monitor se presentó el tema perfecto para iniciar el contenido de este blog que lees ahora.
En un color blanquizco y con un tamaño pequeño el reloj marcaban las 6:29 de la tarde y una línea más abajo ahí estaba. Lo que cambió el mal humor que venía arrastrando por más de 12 horas: 23 de febrero de 2011. Fecha que para muchos mexicanos no significa nada, pero, que para muchos estadounidenses significa mucho.
Te preguntarás a dónde voy con tanta palabra y te prometo que tengo un punto que hacer y lo haré tan pronto lo vea conveniente.
Después de ver  la fecha del día de hoy me levanté de la mesa un tanto emocionado hacia mi cuarto, no me importó que el piso estuviera helado y que mis calcetines se pudieran manchar con el polvo de la casa. Lo único que quería, era encontrar uno de mis libros favoritos que está relacionado a gran medida con la fecha del día de hoy: México mutilado de Francisco Martín Moreno, una novela que explica cómo nuestro país fue cobardemente mutilado y cortado por la mitad para entregar una gran parte de nuestro territorio a los estadounidenses. Tenía que buscar una información para iniciar a teclear.
Abrí mi libro  y entre sus páginas, un poco rayadas por las notas que tomo esporádicamente,  encontré lo que andaba buscando. Era un número y estaba coloreado de amarillo. Tome mi calculadora y comencé a  hacer cuentas. El resultado de la operación hecha fue 164. Mi ánimo cayó de nuevo. Todo estaba claro, en mi mente se dibujaba, al fin, la cara de aquel bastardo que sin razón lógica alguna condenó a nuestro país a vivir de este lado del Río Grande y olvidarnos de los ricos territorios del norte. Todo por retirarse cobardemente de una guerra que si hubiese seguido, quizá, el mapa de México sería más grande.
Con mi buscador de internet abierto, busqué su cara de nueva cuenta. Ahí estaba. Un tipo pálido con ojos escondidos y una frente enorme. Sentí el impulso de escupirlo, pero no me atreví. No valía la pena, mancharía mi computadora y al mismo tiempo sabía que son muchos los años que han pasado y quizá, es tiempo de culpar a otros por la situación que muchos mexicanos vivieron, viven y vivirán en las tierras del norte. Me entristecí un poco al saber a mi madre ser parte de esos tantos mexicanos que día a día sufren discriminación y viven escondiéndose en tierras que en algún momento nos pertenecieron.
Es aquí en donde empieza el triste caminar de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos.
Bebí el último trago de agua de mi vaso,  cerré mi libro, mi mente vagó un rato y después de unos segundos sólo pude articular: Maldito, mil veces maldito seas Antonio López de Santa Anna.